jueves, 19 de febrero de 2009

Crispeto sobrio

Bueno, la cosa es así: los blocos se componen de dos tractomulas alrededor de las cuales un ejército de gente tensa una gran cuerda. La primera tractomula lleva un trailer que es, palabras mas palabras menos, un gigantesco picó 1. Sobre el picó hay una tarima sobre la cual toca el trio elétrico, que nunca es un trio, sino un grupo musical completo. En la segunda tractomula va también una tarima, sin grupo musical, y en la parte de abajo de ese trailer va (oh, ironía tropical) un pequeño puesto de salud y una venta de licor, puerta contra puerta.

Esto determina 4 "localidades" que acompañan el concierto andante del trio, y que en español de Colombia vendrían siendo:

1. Platino: Son las personas que pagaron para estar en la tarima, junto al trio, y que se mueven cual reina de belleza colombiana en carro de bomberos.
2. VIP: Son las personas que van en la tarima de la segunda tractomula, todas también reinas de belleza, pero en un carro de bomberos menos llamativo (diga usted, sin sirena).
3. Preferencia: Son las personas que van dentro del encordado, pero a pié. Todas las localidades de aquí hacia arriba tienen una camiseta distintiva que les permite acceder a una u otra localidad.
4. General: Son lo que aquí llaman pipoca (crispeta, palomita de maiz) y son los que simplemente, se quedan en la calle porque no pagaron para entrar en alguna localidad.

Salí del apartamento a las 11:15 pm, solo, porque Beth decidió que no estaba con ganas de carnaval. Solo llevaba mi gorrito de arlequín, porque consideré que el cetro era un poco incómodo y quería mis manos libres, solo por si acaso.

Llegué al Farol da Barra, en la Avenida Oceánica, al lado de la playa, buscando el bloco de Os Mascarados. Venía 2 blocos atrás, así que pude ver a los blocos donde tocaban Chica Fe y Rapazolla. Ya todo el mundo estaba ebrio, miles de brasileños cantando y saltando y cientos de turistas, saltando sin coordinación.

Entendí, que la música que tocan los trios no es, necesariamente, algo afro. Estos trios tocaban una cosa muy fácil de cantar, de ritmos repetitivos, fáciles de bailar (solo había que saltar) y que sonaban todas las canciones iguales. Cualquier parecido con nuestro tropipop es pura coincidencia. La gente estaba eufórica, pero a mi, un simple pipoca sin una gota de alcohol encima, estos grupos de sambipop no me convencian aún.

Finalmente llegó el bloco de Os Mascarados, que presentaba a Margareth Menezes, que sin ser la Totó la Moposina de la samba, si tenía alguito diferente a los sonsos anteriores. Como tenía disfraz, pude entrar a Preferencia, mezclarme entre la gente y gozarme el baile por casi una hora, en la que recorrimos solamente unos 200 metros, mas o menos.

La energía es increible, el sudor de todos era mi sudor, la euforia de todos era mi euforia. Salí casi cojeando del bloco, y volví al apartamento a las 2:15 am, haciendo planes para ir a los blocos afro (realmente negros) que van a salir mañana. Una cervecita no caería mal, esta vez.


Incluyo una foto de un bloco en prueba de sonido.

1 Picó: viene de pick-up, y es una especie de parlante gigante que se lleva en el platón de una camioneta (de ahí el nombre), que fue muy popular en la costa atlántica colombiana; eran prácticamente fiestas ambulantes, con DJ y todo, muy al estilo de los Sound System jamaiquinos, pero sin MC.

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